LOS MENDIGOS DE BUSH

Ultimamente estamos viendo en los medios de comunicación al desgraciado presidente haciendo declaraciones lamentables, tanto es así, que ha prohibido la entrada de mendigos e indigentes, en las bibliotecas públicas del país de la codicia, con el propósito de que los pobres no puedan hacer uso de los lavabos de éstas, para su adecuada higiene personal, en vista de la falta de otras instalaciones públicas para este fin.
De todos es sabido que estas personas huelen mal, no disponen de medios para sanearse y lavarse correctamente, cambiarse de ropa ni de calzado, con la consiguiente pudor que esta carencia acarrea.
-¿Qué hacemos con ellos? – Debió preguntarse el bastardo.
- Dan mala imagen y los ciudadanos se quejan hasta repudiarlos, pues les hemos enseñado a ha hacerlo, dejan una estela pestilente y la marginalidad e invisibilidad de las calles no es suficiente; ¿Por qué no los quemamos como hicieron aquellos "niñatos" de clase alta en Barcelona? No, seria contraproducente , y perdería popularidad, mejor los dejamos en la mas cruel soledad y hastío , hasta que por la falta de medios se mueran de asco, como perros, que eso es lo que son, unos fracasados.
¿No hubiera sido mejor ofrecerles estos servicios básicos, así como comida y techo y algún tipo de sistema de reinserción u ocupación en esta sociedad, en la que ellos también son parte?
¿No habría sido mas digno de un país primer-mundista, referente de occidente, hacerse cargo de estas personas, reflejo del fallo y error de ésta tan cacareada globalización?
La locura y demencia de estos pobres mendigos vista desde el punto de mira de los ricos, es la lucidez y respeto que los pobres y mendigos han sido capaces de visualizar ante los ricos y esta sociedad competitiva, que nos aplasta los unos a los otros.
Un respeto pues, hacia estas personas que han sido capaces y han tenido el valor de haber elegido no formar parte de esta basura primer-mundista, y ofrecerles la garantía de subsistir dignamente, ante la ciega mirada de la ciudadanía.
Valor por haberlo dejado todo y vivir sin mas obligaciones que estaban acabando con la vida de uno, sin que muchos se lleguen a dar nunca cuenta, y pasan la vida siendo unos desgraciados esclavos del sistema capitalista, sin atreverse a salirse del circulo vicioso de ser una persona bien vista socialmente y aceptada e integrada por unos ciudadanos hechos a medida por un gobierno que quiere a todo el mundo por igual, con una línea de pensamiento similar, para poder tener bien controlado al rebaño y que todo el mundo aporte sus vidas trabajando y sin quejarse en beneficio de unos pocos.